Vivimos en una sociedad donde reinan las injusticias, donde se ve con buenos ojos obrar por fuera de la ley, donde lo Ilegitimo es moneda corriente. La gente está que explota, noticias de robos todos los días, los asesinatos que se producen a diario y si a eso le sumamos la corrupción reinante en el poder político y judicial estamos seguros en afirmar que vivimos tiempos muy difíciles, una sociedad en ebullición.
No es fácil comprender todo lo que está ocurriendo, pero se puede deducir que en el origen del estallido social está la combinación de, a lo menos, dos
fenómenos: el desarrollo y maduración de una fuerte sensación de injusticia, y una profunda crisis de representación política.
Vinculados a estos dos fenómenos social y político se encuentra la Reforma
Constitucional que se está debatiendo actualmente en nuestra Provincia, no
solo la gente está cansada de la política sino que también está cansada del
abuso del poder y de los mandatos de larga duración o también llamado
mandatos eternos, por lo que esta reforma tiene la intención de fortalecer la democracia, con uno de su pilares que es la alternancia en el poder, esto es ponerle límites al poder, como decía el filósofo francés Montesquieu “Todo hombre que tiene poder tiende a abusar de él” y “Cuando un gobierno dura mucho tiempo se descompone poco a poco y sin notarlo” probablemente esta reforma fortalezca nuestro sistema democrático pero lo cierto es que las injusticias siempre estarán presentes.
Hablando de abuso de poder viene a mi mente una llamativa figura de un
escultor Danés, muy famosa en todo el mundo, esta escultura mide alrededor de 7 metros, tiene una persona obesa siendo cargada en los hombros por una persona flaquita y raquítica, lo que representa una justicia obesa, un poder político, gordo, abusivo, representa el mundo rico y poderoso que explota y abusa de un pueblo frágil y débil. En la parte baja de la estatua hay una inscripción que dice “Estoy sentada sobre la espalda de un hombre que esta desecho por el sufrimiento. Yo haría cualquier cosa por ayudarle, menos bajarme de sus hombros” la pregunta es ahora ¿nosotros qué haríamos en el poder? Muchos se quejan permanentemente de los políticos pero no se les ocurre una idea para cambiar las cosas y cuando les hablas de participar en alguna actividad política o social miran para otro lado, así será difícil algún día transformar la realidad, puedo llegar a la conclusión que sin Compromiso siembre habrá Injusticias. Pero creo también que con Compromiso, trabajo y esfuerzo podemos cambiar las cosas. Hasta la próxima, amigos.

OPINION
Dr. Héctor Ezequiel Vargas

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